La situación sanitaria que vivimos complica el día a día en todos los aspectos, y uno de ellos es comunicar a nuestros hermanos lo que nos hubiera encantado explicar en una Junta General. Dado que no ha sido posible su convocatoria no queda más remedio que comunicar dichas novedades por medio de nuestra página web.
Como sabéis, nos encontrábamos inmersos en una renovación estatutaria y en la solicitud del carácter Sacramental a nuestra Venerable Hermandad.
En fechas recientes S.E.R. el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de Cuenca, Monseñor Yanguas nos ha concedido dicho carácter y título de Hermandad Sacramental y con dicho cambio ha aprobado nuestros nuevos Estatutos.
Lo primero es agradecer a nuestro Obispo, Monseñor Yanguas Sanz, su confianza y apoyo para que todo llegase a buen puerto. Igualmente agradecer al Canciller Eclesiástico D. Declan Huerta Murphy su ayuda y trato en este laborioso y arduo proceso.
Hemos también de dar las gracias a nuestro Consiliario y Párroco, D. Ángel García Benedicto y a nuestros amigos y hermanos D. Cruz Campos Mariscal, D. Israel Pérez Calleja, D. José Miguel Carretero Escribano y D. Ramón C. Rodriguez por su ayuda, aliento y consejo.
En los primeros años del s. XVI nuestra Vble. Hermandad, entonces Cabildo de la Sangre, formaba parte con sus flagelantes de las primeras procesiones de la Semana Santa de Cuenca, si bien su origen se pierde aún en años anteriores. En esa misma época los documentos muestran su vinculación eucarística propia de dicha advocación, estando encargados de realizar “como cada año el Monumento del Jueves Santo”.
Los avatares del tiempo llevaron a que la Hermandad se centrase en su carácter Penitencial, en esa catequesis que es la Procesión del Jueves Santo, pero nunca perdió ese recuerdo de su dedicación al Santísimo Sacramento, a la Sangre de Cristo.
El trabajo eucarístico realizado en los últimos años con la Octava del Corpus y la Adoración Perpetua se ven ahora recompensados ni más ni menos que con la más bella obligación: la Adoración del mismo Hijo de Dios Sacramentado.
Es ahora el Santísimo Sacramento Titular de nuestra Vble. Hermandad y este honor y dicha se recogen en nuestros nuevos Estatutos.
Estos Estatutos se han redactado con el ejemplo de nuestras Constituciones de 1845 que ya promulgaban “igualdad de bienes materiales y espirituales para hermanos o hermanas”. Se han elaborado con la intención de que sean instrumento y testimonio de la renovación de la vida de la Hermandad y nos lleven a buscar una mejora en la sociedad por medio de la esencia cristiana.
Junto con el texto definitivo, para informar a todos nuestros hermanos, se adjunta toda la documentación relativa al proceso de enmiendas, dictamen y aprobación de los que ya son nuestros nuevos y vigentes Estatutos.
Es pues momento de alegrarse y tomar un respiro dentro de este tiempo duro y de tristeza que nos ha tocado vivir.
Que Él nos bendiga y cuide.