Esta mañana, con los últimos preparativos y el pre-encendido de las velas en la parroquia, nuestra Sagrada Imagen ha quedado completamente preparada para el desfile de esta tarde. Magníficamente rodeada e iluminada por sus 36 nuevos guardabrisas isabelinos, Nuestro Padre Jesús con la Caña, lucía su barroquismo y su dulce mirada de perdón, solo quedan ya unas horas para recorrer nuestra Jerusalén castellana.
Esta tarde, D.m., le acompañaremos en su pasión, y trataremos, un año más, de interiorizar su sacrificio, de aprovechar esa catequesis medieval, que año a año, y van ya cinco siglos, cruza nuestras calles y nos recuerda que somos hermanos bajo su clámide roja.
Recordad nuestro significado:
Los soldados lo llevaron al pretorio, y llamaron a todos sus compañeros. Lo vistieron con una clámide roja y le colocaron en la cabeza una corona que trenzaron con espinas.
Después comenzaron a saludarlo: “¡Salve, rey de los judíos!”
Y le golpeaban en la cabeza con una caña, que le colocaron de cetro, le escupían y se arrodillaban ante él para rendirle homenaje.
Evangelio de San Marcos.
Que Nuestro Padre Jesús con la Caña nos permita hacer la mejor procesión posible y nos guíe en esta tarde.