El Vaticano ha anunciado que el Papa Francisco recibió en audiencia privada al Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, el martes 6 de marzo, y firmó los decretos para la canonización de 5 beatos.
Los más destacables son, sin duda, la proclamación como santos del Papa Pablo VI y del Arzobispo de San Salvador, Beato Óscar Arnulfo Romero Galdámez.
Giovanni Battista Montini (1897-1978), hijo de un abogado y atento siempre al periodismo y la diplomacia. Educado por jesuitas, ingresó en 1916 en el seminario. El 29 de mayo de 1920 fue ordenado sacerdote y enviado a Roma. Comenzó sus estudios diplomáticos en la Academia de los Nobles Eclesiásticos y continuó la carrera de derecho en la Universidad Gregoriana. En 1922 ingresó en el servicio papal adscrito a la Secretaría de Estado, donde permaneció durante treinta años. Un año más tarde, fue trasladado a Varsovia como consejero en la nunciatura, pero retornó a Roma en 1924 debido a su siempre precario estado de salud. En 1931 le fue asignada la cátedra de Historia Diplomática y en 1937 fue nombrado asistente del Cardenal Pacelli (en ese momento secretario de Estado, más tarde Pío XII) pasando a ser el «número tres» del Vaticano, a las órdenes de Pio XI y, sobre todo de Pio XII, durante los difíciles años de la resistencia al nazismo y la Segunda Guerra Mundial, con especial preocupación por los judíos y los refugiados.
En 1954 fue nombrado Arzobispo de Milán, donde se curtió como pastor en contacto con miles de personas necesitadas, y en 1958 fue creado Cardenal por San Juan XXIII.
El 21 de junio de 1963, tras la muerte de Juan XXIII, el Cardenal Montini fue elegido Papa en el tercer día de cónclave y adoptó el nombre de Pablo VI. Desempeñó su tarea en el difícil periodo de 1963 a 1978, terminando y llevando a la práctica el Concilio Vaticano II, la gran asamblea ecuménica que marcó al mundo católico en la segunda mitad del siglo XX y que supuso la mayor revisión de la liturgia desde el Concilio de Trento.
Inauguró en 1964 la etapa de viajes internacionales de los papas, realizando un total de nueve, desde Tierra Santa a Sri Lanka, pasando por Estados Unidos, Portugal, Turqui1a, Colombia o Indonesia. El 27 de noviembre de 1970, en el Aeropuerto Internacional de Manila (Filipinas), Pablo VI recibió dos puñaladas por parte del pintor boliviano Benjamín Mendoza y Amor Flores, que sufría de problemas mentales y que disfrazado de sacerdote intentó asesinar al Pontífice con una daga.
Fue además el primer Papa en visitar Tierra Santa desde San Pedro. En Jerusalén, en 1964, se encontró con el Patriarca ortodoxo Atenágoras I, con quien celebraron el levantamiento de las mutuas excomuniones impuestas tras el Gran Cisma entre oriente y occidente, en 1054. El Papa Francisco visitó Tierra Santa en el 2014 para celebrar los 50 años de este acontecimiento.
Fue el último Pontífice en tener una ceremonia de coronación y el primero en prescindir del uso de la tiara, durante las sesiones del Concilio Vaticano II. Eventualmente donó su tiara, un regalo de su antigua Arquidiócesis de Milán, a la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington (Estados Unidos), como señal de su aprecio a los católicos estadounidenses.
Pablo VI creó cardenales a Karol Wojtyla, en 1967, y a Joseph Ratzinger, en 1977, quienes serían luego sus sucesores San Juan Pablo II y Benedicto XVI, respectivamente.
Entre sus escritos (que puedes consultar aquí) destacan siete encíclicas: «Ecclesiam Suam» (1964), «Mense Maio» (1965), «Mysterium Fidei» (1965), «Christi Matri» (1966), «Populorum Progressio» (1967), «Sacerdotalis Caelibatus» (1967) y «Humanae Vitae» (1968). Pablo VI falleció en Castelgandolfo, residencia de verano de los papas, en la madrugada del domingo 6 de agosto de 1978. Le sucedió Juan Pablo I.
El 11 de mayo de 1993, quince años después de su muerte y durante el pontificado de Juan Pablo II, se inició oficialmente su proceso de beatificación. En 2012, Benedicto XVI le otorgó el título de «Venerable Siervo de Dios», primer paso hacia la santidad, y en 2014, el Papa Francisco comunicó la fecha de su beatificación el 19 de octubre de 2014 y es ahora cuando se anuncia su canonización que probablemente se hará en el mes de Octubre.
Muy importante también es que el Santo Padre ha autorizado también el milagro atribuido al Arzobispo de San Salvador, Beato Óscar Arnulfo Romero Galdámez, fallecido mártir por odio a la fe en San Salvador el 24 de marzo de 1980.
Nacido en Ciudad Barrios, El Salvador, el 17 de Agosto de 1917. Con 60 años fue nombrado Arzobispo de San Salvador por el Papa Pablo VI. Siempre fue muy crítico con la opresión y la violencia militar en su país, y tomó la defensa de los pobres como su principal misión. Monseñor puso la Archidiócesis al servicio de la justicia y la reconciliación en el país. En muchas ocasiones se le pedía ser mediador de los conflictos laborales. Creó una oficina de defensa de los derechos humanos, abrió las puertas de la Iglesia para dar refugio a los campesinos que venían huyendo de la persecución en el campo.
A pesar de la claridad de sus predicaciones, Monseñor fue calumniado. Le acusaron de revolucionario marxista, de incitar a la violencia y de ser el causante de todos los males de El Salvador. Pero nunca jamás de los labios de Monseñor salió una palabra de rencor y violencia. Su mensaje fue claro. No se cansó de llamar a la conversión y al diálogo para solucionar los problemas del país.
De las calumnias pasaron a las amenazas a muerte. Monseñor sabía muy bien el peligro que corría su vida. A pesar de ello dijo que nunca abandonaría al pueblo. Y lo cumplió.
Fue asesinado de un disparo en el pecho mientras celebraba la Santa Misa en la capilla del hospital La Divina Providencia de San Salvador el 24 de Marzo de 1980. La Iglesia reconoció su martirio, beatificándolo el 23 de Mayo de 2015, y ahora tras confirmar un milagro sucedido en 2015 será canonizado.
Junto a ellos se ha autorizado la canonización de dos sacerdotes italianos, Francesco Spinelli y Vincenzo Romano, y una santa alemana, María Catalina Kasper. Que todos ellos intercedan por nosotros ante el Señor.
Fuentes: catholic.net, Vatican News, Aciprensa, Fundación Monseñor Romero y Oficina de Prensa de la Santa Sede.