Desde el 31 de Agosto regresaron a España en peregrinación las reliquias de Santa Bernadette Soubirous. Las reliquias realizarán su itinerario por 48 diócesis españolas en una peregrinación que se extenderá hasta Diciembre con ocasión del año dedicado a Santa Bernadette. El Relicario llegará a Cuenca el próximo viernes día 23 de Octubre, y partirá hacia Castellón el domingo 25.
La peregrinación de las reliquias de Santa Bernadette está organizada por la Federación Española de Hospitalidades de Ntra. Sra. de Lourdes, y en el caso de nuestra Diócesis por la Hospitalidad de Ntra. Sra. de Lourdes de Cuenca. Se destina, sobre todo, a las personas que no pueden desplazarse al Santuario de Lourdes por diversos motivos, y que por eso se envían las reliquias allí donde se encuentran los pobres, enfermos, en los hospitales o en casa de mayores tantas veces como lo deseen las personas en situación vulnerable.
El culto a las Reliquias de Santa Bernadette:
La primera exhumación para examinar su cuerpo tuvo lugar el 22 de septiembre de 1909, después de treinta años de enterrada. Se la vio hermosa y sin ningún signo de corrupción. Las carnes, resecas e intactas, conservaban su blancura. La cabeza aparecía cubierta con la toca y el velo; las manos cruzadas sobre el pecho, sosteniendo el crucifijo (herrumbroso) y el rosario completamente enmohecido. Los ojos cerrados, un poco hundidos en sus orbitas, los labios entreabiertos como en actitud de sonreír.
La segunda exhumación tuvo lugar el 3 de abril de 1919 y la tercera el 25 de abril de 1925. El doctor Comte afirmó: «El cuerpo está intacto… No hay apariencia de la descomposición cadavérica habitual y normal, después de larga permanencia en una sepultura abierta en la tierra». En esta ocasión el rostro estaba ennegrecido. Por este motivo, se le cubrió el rostro y las manos con una película de cera para realzar sus facciones con los colores naturales.
Se tomaron algunas muestras de su cuerpo entre ellas un trozo de costilla que es el que se conserva en el santuario y peregrina este año por España
Este es el programa de actos de la visita:
23 de Octubre:
12:00 horas – Llegada de las Reliquias a la iglesia de San Esteban. Rezo del Ángelus con la presencia del Ilmo. Sr. Obispo Mons. Yanguas Sanz.
13:00 horas – Conferencia «Lourdes-Hospitalidad»
17:00 horas – Oración con los niños de la catequesis.
18:00 horas – Via Crucis con los enfermos.
19:00 horas – Momentos de oración a cargo de las parroquias.
20:00 horas – Santa Misa en la iglesia de San Esteban Protomartir.
21:00 horas – Hora Santa a cargo de los Seminaristas.
24 de Octubre:
09:00 horas – Laudes y Santa Misa en la iglesia de San Esteban Protomartir.
10:00 horas – Momentos de oración a cargo de las parroquias.
11:30 horas – Santa Misa en la iglesia de San Esteban Protomartir.
12:00 horas – Rezo del Ángelus.
13:00 horas – Momentos de oración a cargo de las parroquias.
17:00 horas – Conferencia «Pasos de Bernardita».
18:30 horas – Procesión de antorchas desde la iglesia de San Esteban a la del Salvador.
19:30 horas – Santa Misa en la iglesia del Salvador.
21:00 horas – Hora Santa a cargo de los Seminaristas.
25 de Octubre:
09:00 horas – Santa Misa en la iglesia de San Esteban Protomartir.
09:45 horas – Despedida de las Reliquias con destino a Castellón.
La vida de Santa Bernadette:
Nació en Lourdes (Francia) en 1844. Hija de padres supremamente pobres. En el bautismo le pusieron por nombre María Bernarda (nombre que ella empleará después cuando sea religiosa) pero todos la llamaban Bernardita. Era la mayor de varios hermanos. Siempre fue muy débil de salud a causa de la falta de alimentación y del estado lamentablemente pobre de la casa donde vivían. En sus primeros años sufrió la enfermedad de cólera que la dejó sumamente debilitada. A causa también del clima terriblemente frío en invierno de aquella región, desde los diez años padeció asma.
En Bernardita se cumplió aquello que dijo San Pablo: «Dios escoge a lo que no vale a los ojos del mundo, para confundir las vanidades del mundo». Bernardita a los 14 años no sabía leer ni escribir ni había hecho la Primera Comunión porque no había logrado aprenderse el catecismo. Pero tenía unas grandes cualidades: rezaba mucho a la Virgen y jamás decía una mentira.
Desde el 11 de febrero de 1859 hasta el 16 de julio del mismo año, la Sma. Virgen se le aparece 18 veces a Bernardita. Las apariciones las podemos leer en detalle en el día 11 de febrero. Nuestra Señora le dijo: «No te voy a hacer feliz en esta vida, pero sí en la otra». Y así sucedió. La vida de la joven, después de las apariciones estuvo llena de enfermedades y penalidades, pero con todo fue adquiriendo un grado enorme de santidad.
Las gentes le llevaban dinero, después de que supieron que la Virgen Santísima se le había aparecido, pero ella jamás quiso recibir nada. Nuestra Señora le había contado tres secretos, que ella jamás quiso contar a nadie. Probablemente uno de estos secretos era que no debería recibir dineros ni regalos de nadie y el otro, que no hiciera nunca nada que atrajera hacia ella las miradas. Por eso se conservó siempre muy pobre y apartada de toda exhibición. Ella no era hermosa, pero después de las apariciones, sus ojos tenían un brillo que admiraba a todos. Le costaba mucho salir a recibir visitas porque todos le preguntaban siempre lo mismo y hasta algunos declaraban que no creían en lo que ella había visto.
Bernardita pidió ser admitida en la Comunidad de Hijas de la Caridad de Nevers. Demoraron en admitirla porque su salud era muy débil. Pero al fin la admitieron. A los 4 meses de estar en la comunidad estuvo a punto de morir por un ataque de asma, y le recibieron sus votos religiosos, pero enseguida curó.
En la comunidad hizo de enfermera y de sacristana, y después por nueve años estuvo sufriendo una muy dolorosa enfermedad. Cuando le llegaban los más terribles ataques exclamaba: «Lo que le pido a Nuestro Señor no es que me conceda la salud, sino que me conceda valor y fortaleza para soportar con paciencia mi enfermedad. Para cumplir lo que recomendó la Sma. Virgen, ofrezco mis sufrimientos como penitencia por la conversión de los pecadores».
Duró quince años de religiosa. Los primeros 6 años estuvo trabajando, pero fue tratada con mucha indiferencia por las superioras. Después los otros 9 años padeció noche y día de dos terribles enfermedades: el asma y la tuberculosis. Cuando llegaba el invierno, con un frío de varios grados bajo cero, se ahogaba continuamente.
Deseaba mucho volver a Lourdes, pero desde el día en que fue a visitar la Gruta por última vez para irse de religiosa, jamás volvió por allí. Ella repetía: «Ah quién pudiera ir hasta allá, sin ser vista. Cuando se ha visto una vez a la Stma. Virgen, se estaría dispuesto a cualquier sacrificio con tal de volverla a ver. Tan bella es».
Cuando ya le faltaba poco para morir, llegó un obispo a visitarla y le dijo que iba camino de Roma, que le escribiera una carta al Santo Padre para que le enviara una bendición, y que él la llevaría personalmente. Bernardita, con mano temblorosa, escribe: «Santo Padre, qué atrevimiento, que yo una pobre hermanita le escriba al Sumo Pontífice. Pero el Sr. Obispo me ha mandado que lo haga. Le pido una bendición especial para esta pobre enferma». A vuelta del viaje el Sr. Obispo le trajo una bendición especialísima del Papa y un crucifijo de plata que le enviaba de regalo el Santo Padre.
El 16 de abril de 1879, exclamó emocionada: «Yo vi la Virgen. Sí, la vi, la vi ¡Que hermosa era!» Y después de unos momentos de silencio exclamó emocionada: «Ruega Señora por esta pobre pecadora», y apretando el crucifijo sobre su corazón se quedó muerta. Tenía apenas 35 años.A los funerales de Bernardita asistió una muchedumbre inmensa. Y ella empezó a conseguir milagros de Dios en favor de los que le pedían su ayuda. Y el 8 de diciembre de 1933, el Santo Padre Pío XI la declaró santa.
fuente: Aciprensa