Con motivo de la presentación del Cartel de la Semana Santa 2016 el próximo viernes 15 de enero, a las 20:00 horas, en el Salón de Actos del Centro Cultural Aguirre, el hermano Rafael Perez Madero, al que agradecemos su colaboración, nos ha enviado el currículum de nuestro cartelista, así como algunas notas para completar el artículo que os ofrecíamos hace unos días, motivo por el cual lo actualizamos y lo pasamos a primera línea.
En el año del 50 Aniversario del Museo de Arte Abstracto Español, y como homenaje póstumo a su fundador, Fernando Zóbel de Ayala y Montojo, alguno de los muchos estudios y dibujos que el pintor realizó sobre la ciudad será elegido para elaborar el cartel de nuestra Semana Santa.
Nacido en Manila en 1924, en el seno de una familia industrial de origen español, estudió en España, Filipinas y Suiza, cursando Filosofía y Letras en la Universidad de Harvard y finalizando la carrera con una tesina sobre el teatro de Lorca con la calificación de magna cum laude.
En el año 1955, en uno de sus asiduos viajes a España, donde siempre buscaba un acercamiento a sus raíces y a su cultura, descubre en una pequeña sala -la Galería Fernando Fe-, una exposición de pintura abstracta donde había cuadros de Luis Feíto, Saura, Chillida y Tàpies, entre otros. Quedando sorprendido de la vitalidad y la calidad de la obra allí expuesta, inicia una serie de amistades con algunos de estos pintores: Luis Feíto, Rafael Canogar y Antonio Lorenzo, a los que después se fueron uniendo Gerardo Rueda, Sempere, Abel Martín, Manolo Millares, Saura, etc. A partir de este año Fernando Zóbel comienza a comprar obra de todos ellos y en 1962 ya posee una pequeña pero selecta colección de estos pintores y empieza a pensar en la instalación de un pequeño Museo:
«Entusiasmado por la categoría de la obra abstracta de mis compañeros y viendo con pesar que los mejores ejemplares de este tipo de manifestación artística se marchaban al extranjero, me puse a coleccionar cuadros, esculturas, dibujos y grabados, hasta que me surgió el deber moral de enseñarla al público».
Después de mucho buscar un sitio, con Gerardo Rueda y Antonio Lorenzo, donde ubicar esta colección, conoce, en la Bienal de Venecia de 1962, a Gustavo Torner, que sería decisivo para la instalación del Museo en nuestra ciudad, invitando a Zóbel a visitar Cuenca con tal fin.
En una reunión de los dos pintores con el entonces Alcalde, Rodrigo Lozano de la Fuente, y el Teniente de Alcalde, Fernando Nicolás Isasa, se pensó en las Casas Colgadas de Cuenca, que en ese momento se estaban restaurando sin un fin especifico.
El paisaje, el lugar y la singularidad de las Casas Colgadas calaron en Fernando Zóbel de tal forma que enseguida se dio cuenta que podía ser el sitio idóneo para la instalación de su anhelado Museo, cuya colección fue adquiriendo y seleccionando personalmente, sin aceptar nunca regalos ni donaciones que pudiesen comprometer su capacidad de elección.
Por lo que por fin, en el año 1966, funda, con la colaboración de Gustavo Torner y Gerardo Rueda, el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, que con el tiempo se ha convertido en uno de los museos más homogéneos, claros y didácticos de los principios de la pintura de vanguardia en España.
Pero también, y gracias a ese espíritu conciliador, sencillo y cercano, se transformó en un auténtico vecino de la ciudad, dejando siempre muy patente ese asentamiento y esa pertenencia al lugar como, cuando en 1970, el Ayuntamiento le nombro Hijo Predilecto de la Ciudad de Cuenca. En las palabras de agradecimiento que Zóbel dirigió a las autoridades, se expresaba de esta forma: «Muy pocas personas pueden elegir el sitio al que pertenecen, yo he tenido esa suerte, he podido elegir esta ciudad y con esta distinción que me hacéis, ya puedo decir que soy conquense».
En Cuenca, y sobre todo, en la parte alta, siempre será recordado como un hombre afable, simpático, sencillo, conversador y de una eterna sonrisa, dotado de una magnífica inteligencia y una gran bondad. Fue nuestro hermano cofrade Rafael Pérez-Madero Fernández quien lo presenta y avala para que sea miembro de nuestra Cofradía, en la cual llegó a desfilar hacia el año 1971, como nos lo recuerda José Luis Muñoz en un artículo publicado en «El País» (1984):
La integración del artista en el espíritu costumbrista de la ciudad fue total, incluyendo su participación en las procesiones de Semana Santa. El mismo Zóbel contaba, divertido, como a pesar de ir escondido bajo el capuz y la túnica de nazareno, la chiquillería de la plaza le reconocía en seguida en las filas de penitentes por sus grandes zapatos, gritando alborozada: «¡don Fernando, don Fernando!.
También José Vicente de Ávila en el diario «El Día» en 2009, hace mención de dicha participación:
Y se vistió de nazareno la tarde del Jueves Santo acompañando a la imagen de Jesús con la Caña, con la familia de los Pérez Madero, pues sabido es que las cofradías de Cuenca se fueron creando y aumentando por gremios y familias.
De aquellos momentos se guarda como recuerdo la foto que amablemente Rafael Perez-Madero ha cedido a la hermandad para encabezar este artículo. Desde aquí aprovechamos para darle las gracias por todo.
Pero si Cuenca influyo humanamente en el artista, también lo hizo intelectualmente. Sus paisajes, sus rincones y la belleza de los cauces de sus dos ríos se convirtieron en protagonistas y temas de sus obras pictóricas y fotográficas. Publicó tres libros sobre la ciudad: uno de dibujos, «Sketchbook of a Spanish Hill Town», editado por la Universidad de Harvard, y dos de fotografías, «Mis fotos de Cuenca» y «El Júcar en Cuenca». Aparte, y sobre todo, de que el grueso de su pintura a partir de los años setenta tiene como base o «pretexto» los paisajes conquenses, en donde la observación de esos parajes y esa naturaleza se va convirtiendo en pura abstracción.
No podemos olvidar tampoco la gran labor que realizó como animador y alentador en el panorama de la pintura española a partir de los años cincuenta hasta su muerte, en donde colaboró y ayudó en todo lo que pudo sin pedir nunca nada a cambio, dejando en nuestra ciudad el más claro ejemplo de todo ello: el Museo de Arte Abstracto Español, cuya colección donó, en 1980, a la Fundación Juan March, la cual la sigue manteniendo y conservando con los mismos criterios y espíritu que la impulsó su creador, aumentando el número de obras expuestas a través de su propia colección que coincidía y coincide con el mismo criterio y calidad con que Zóbel hizo su Museo. Y si fue un gran acierto la realización del Museo en Cuenca, en un edificio singular y emblemático que era la imagen de la ciudad, no fue menos el acierto que tuvo, una vez más, al donarlo y ponerlo en manos de la Fundación Juan March, intentando asegurar su continuidad.
La elección de nuestro hermano cofrade Fernando Zóbel para este proyecto, se produjo con el apoyo mayoritario de las Hermandades de la Semana Santa de Cuenca a la candidatura presentada por la Venerable Hermandad del Santísimo Ecce Homo de San Miguel, a propuesta de Antonio Garrote.
Como ya hemos indicado la elaboración del cartel estará basada en algunos de los dibujos que Zóbel realizó sobre la Semana Santa conquense o bien en alguna otra obra cuya temática tenga motivos afines para tal fin. Todo este tipo de dibujos y apuntes sobre Cuenca son en la actualidad propiedad de la Fundación March, la cual ha acogido con gran interés e ilusión que el cartel de la semana grande de Cuenca, y justo el año que se celebra el cincuenta aniversario del Museo, esté basado en una obra de Fernando Zóbel. Tal es el interés que ya está trabajando, desde hace algún tiempo, en su Departamento de Artes Gráficas dirigido por Guillermo Nagore, prestigioso diseñador gráfico que hasta este mismo año residía en New York, aunque ya desde allí coordinaba y diseñaba todos los trabajos editoriales de la Fundación, a la vez que colaboraba en aquella ciudad con prestigiosas entidades, como fue la dirección de las páginas dominicales de cultura del New York Times. Por lo que creemos que el proyecto no puede estar en mejores manos.
También los sobrinos del pintor, Georgina y Alejandro Padilla Zóbel, propietarios de los derechos de autor de toda la obra de Zóbel, han acogido con gran satisfacción esta idea, cediendo los derechos correspondientes para este fin.
Biografía.
Fernando Zóbel, pintor, grabador y dibujante español, nace en Manila en 1924.
Termina Filosofía y Letras con la calificación “Magna cum laude” en la Universidad de Harvard (1946-1949) y entra al servicio de la misma como investigador bibliográfico (1949-1951).
Durante esta época empieza a pintar.
Expone por primera vez en Boston en una muestra colectiva, en 1951.
Regresa a Manila para ayudar en la Compañía Ayala, propiedad de la familia, donde permanece varios años (1951-1960), durante los cuales continua pintando y exponiendo.
Realiza su primera exposición individual en la Philippine Art Gallery, en Febrero de 1952.
En este tiempo ocupa la cátedra de Bellas Artes en la Universidad del Ateneo de Manila.
En 1955, en uno de sus viajes a España, descubre la joven pintura española y toma contacto con Gerardo Rueda, Luis Feito, Guillermo Delgado y Antonio Lorenzo. Poco tiempo después, iniciaría su colección de arte abstracto español.
Es nombrado director del Museo de Bellas Artes de la Universidad del Ateneo de Manila. Esta misma Universidad le concede el titulo de Doctor en Letras “Honoris Causa”.
En 1959, expone por primera vez en España en la Galería Biosca de Madrid, entonces dirigida por Juana Mordó.
A partir de esta fecha, y a pesar de los numerosos viajes a Filipinas, su actividad artística queda centrada en España y expone “in absentia” en toda una serie de colectivas importantes de pintores españoles: Museo Guggenheim de Nueva York, museos de Friburgo, Basilea, Munich, Düsseldorf, Tokio, etc.
En diciembre de 1960 decide dejar sus negocios en Filipinas y dedicarse por entero a la pintura para, en 1961, instalarse definitivamente en Madrid.
En el año 1963, y con su propia colección de pintura abstracta española, que ha ido haciendo poco a poco, crea el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, con la colaboración de Gustavo Torner y Gerardo Rueda. Museo que abriría sus puertas el 1 de Julio de 1966 y en cuyo primer catalogo el propio Zóbel diría: “Hace más de diez años, entusiasmado por la categoría de la obra abstracta de mis compañeros y viendo con pesar que los mejores ejemplares de este tipo de manifestación artística se marchaban al extranjero, me puse a coleccionar cuadros, esculturas, dibujos y grabados (…). La colección fue cobrando importancia hasta superar cualquier otra de arte abstracto español. Me surgió una especie de deber moral de colgarla dignamente y ponerla a la vista del publico”
Este mismo año le son concedidas las Encomiendas de Isabel la Católica y Alfonso X el Sabio, y es nombrado Conservador Honorario de Libros Raros y Manuscritos de la Biblioteca de la Universidad de Harvard.
El Ayuntamiento de Cuenca le nombra hijo adoptivo de la ciudad, en 1972.
En 1981, dona la colección del Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca a la Fundación Juan March.
En 1983, le es concedida la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes y la Fundación Juan March le nombra miembro de su Comisión Asesora.
Es elegido Académico Numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, sin llegar a leer el discurso de entrada por su repentino fallecimiento en Roma en Junio de 1984.
A título póstumo le son concedidas la Medalla de Oro de la ciudad de Cuenca y la Medalla de Honor de la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo de Santander.