• Saltar a la navegación principal
  • Saltar al contenido principal
  • Saltar a la barra lateral principal

Suscribete a nuestro WhatsApp

Solicita hacerte hermano

Domicilia tus cuotas

Actualiza tus datos

Suscríbete al calendario de la Hermandad

Firma el consentimiento del RG Protección de Datos

Zona de descargas

Contacta con nosotros, síguenos en redes sociales o suscríbete

  • Correo electrónico
  • Facebook
  • Flickr
  • Instagram
  • Twitter
  • YouTube

Santo Paso de la Caña

Web de la Muy Antigua, Ilustre y Venerable Hermandad Sacramental y Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús con la Caña

  • Actualidad
  • Nuestro Titular
    • El Señor
    • El Escultor, Don Federico Coullaut-Valera Mendigutía
  • La Hermandad
    • Publicaciones
    • Zona de Hermanos
      • Actualiza tus datos
      • Domicilia tus cuotas
      • Consentimiento expreso para el tratamiento de datos de carácter personal
    • Completa tu hábito penitencial
    • Historia de la Hermandad del Santo Paso de la Caña
    • El Paso de la Caña en la Procesión del Jueves Santo
    • Recorrido en Procesión
    • El Rezo de las Cinco Llagas
    • La Cátedra González Francés
    • Junta de Diputación de la Hermandad
    • ¿Quieres ser hermano?
  • Sede Canónica
    • Nuestra Sede Canónica, la Iglesia de Nuestra Señora de la Luz y de San Antón
    • La Capilla de la Coronación de Espinas en la S.I. Catedral de Cuenca
    • Hoja Parroquial
    • Lecturas del día
    • Horario de misas
Usted está aquí: Inicio / Formación cristiana / Homilía del Papa en la canonización del Papa Pablo VI, Monseñor Romero y otros cinco nuevos Santos.

Homilía del Papa en la canonización del Papa Pablo VI, Monseñor Romero y otros cinco nuevos Santos.

Artículo escrito por Mikel Rubio el 14 octubre, 2018

El Papa Francisco presidió, en la mañana de hoy, la Santa Misa con el rito de canonización del Papa Pablo VI y Mons. Óscar Romero, dos sacerdotes, un joven laico y dos religiosas, en la Plaza de San Pedro en el Vaticano. “Sígueme: no vayas detrás de Jesús solo cuando te apetezca, sino búscalo cada día; no te conformes con observar los preceptos, con dar un poco de limosna y decir algunas oraciones: encuentra en él al Dios que siempre te ama, el sentido de tu vida, la fuerza para entregarte” nos dice el Santo Padre recordando a estos siete ejemplos de vida en el Señor.

A continuación os dejamos las palabras del Santo Padre en su homilía:

La segunda lectura nos ha dicho que «la palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo» (Hb 4,12). Es así: la palabra de Dios no es un conjunto de verdades o una edificante narración espiritual; no, es palabra viva, que toca la vida, que la transforma. Allí, Jesús en persona, que es la palabra viva de Dios, nos habla al corazón.

El Evangelio, en particular, nos invita a encontrarnos con el Señor, siguiendo el ejemplo de ese «uno» que «se le acercó corriendo» (cf. Mc 10,17). Podemos identificarnos con ese hombre, del que no se dice el nombre en el texto, como para sugerir que puede representar a cada uno de nosotros. Le pregunta a Jesús cómo «heredar la vida eterna» (v. 17). Él pide la vida para siempre, la vida en plenitud: ¿quién de nosotros no la querría? Pero, vemos que la pide como una herencia para poseer, como un bien que hay que obtener, que ha de conquistarse con las propias fuerzas. De hecho, para conseguir este bien ha observado los mandamientos desde la infancia y para lograr el objetivo está dispuesto a observar otros mandamientos; por esto pregunta: «¿Qué debo hacer para heredar?».

La respuesta de Jesús lo desconcierta. El Señor pone su mirada en él y lo ama (cf. v. 21). Jesús cambia la perspectiva: de los preceptos observados para obtener recompensas al amor gratuito y total. Aquella persona hablaba en términos de oferta y demanda, Jesús le propone una historia de amor. Le pide que pase de la observancia de las leyes al don de sí mismo, de hacer por sí mismo a estar con él. Y le hace una propuesta de vida «tajante»: «Vende lo que tienes, dáselo a los pobres […] y luego ven y sígueme» (v. 21). Jesús también te dice a ti: «Ven, sígueme». Ven: no estés quieto, porque para ser de Jesús no es suficiente con no hacer nada malo. Sígueme: no vayas detrás de Jesús solo cuando te apetezca, sino búscalo cada día; no te conformes con observar los preceptos, con dar un poco de limosna y decir algunas oraciones: encuentra en él al Dios que siempre te ama, el sentido de tu vida, la fuerza para entregarte.

Jesús sigue diciendo: «Vende lo que tienes y dáselo a los pobres». El Señor no hace teorías sobre la pobreza y la riqueza, sino que va directo a la vida. Él te pide que dejes lo que paraliza el corazón, que te vacíes de bienes para dejarle espacio a él, único bien. Verdaderamente, no se puede seguir a Jesús cuando se está lastrado por las cosas. Porque, si el corazón está lleno de bienes, no habrá espacio para el Señor, que se convertirá en una cosa más. Por eso la riqueza es peligrosa y –dice Jesús–, dificulta incluso la salvación. No porque Dios sea severo, ¡no! El problema está en nosotros: el tener demasiado, el querer demasiado sofoca nuestro corazón y nos hace incapaces de amar. De ahí que san Pablo recuerde que «el amor al dinero es la raíz de todos los males» (1 Tm 6,10). Lo vemos: donde el dinero se pone en el centro, no hay lugar para Dios y tampoco para el hombre.

Jesús es radical. Él lo da todo y lo pide todo: da un amor total y pide un corazón indiviso.  También hoy se nos da como pan vivo; ¿podemos darle a cambio las migajas? A él, que se hizo siervo nuestro hasta el punto de ir a la cruz por nosotros, no podemos responderle solo con la observancia de algún precepto. A él, que nos ofrece la vida eterna, no podemos darle un poco de tiempo sobrante. Jesús no se conforma con un «porcentaje de amor»: no podemos amarlo al veinte, al cincuenta o al sesenta por ciento. O todo o nada.

Queridos hermanos y hermanas, nuestro corazón es como un imán: se deja atraer por el amor, pero solo se adhiere por un lado y debe elegir entre amar a Dios o amar las riquezas del mundo (cf. Mt 6,24); vivir para amar o vivir para sí mismo (cf. Mc 8,35). Preguntémonos de qué lado estamos. Preguntémonos cómo va nuestra historia de amor con Dios. ¿Nos conformamos con cumplir algunos preceptos o seguimos a Jesús como enamorados, realmente dispuestos a dejar algo para él? Jesús nos pregunta a cada uno personalmente, y a todos como Iglesia en camino: ¿somos una Iglesia que solo predica buenos preceptos o una Iglesia-esposa, que por su Señor se lanza a amar? ¿Lo seguimos de verdad o volvemos sobre los pasos del mundo, como aquel personaje del Evangelio? En resumen, ¿nos basta Jesús o buscamos las seguridades del mundo? Pidamos la gracia de saber dejar por amor del Señor: dejar las riquezas, la nostalgia de los puestos y el poder, las estructuras que ya no son adecuadas para el anuncio del Evangelio, los lastres que entorpecen la misión, los lazos que nos atan al mundo. Sin un salto hacia adelante en el amor, nuestra vida y nuestra Iglesia se enferman de «autocomplacencia egocéntrica» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 95): se busca la alegría en cualquier placer pasajero, se recluye en la murmuración estéril, se acomoda a la monotonía de una vida cristiana sin ímpetu, en la que un poco de narcisismo cubre la tristeza de sentirse imperfecto.

Así sucedió para ese hombre, que –cuenta el Evangelio– «se marchó triste» (v. 22). Se había aferrado a los preceptos y a sus muchos bienes, no había dado su corazón. Y aunque se encontró con Jesús y recibió su mirada amorosa, se fue triste. La tristeza es la prueba del amor inacabado. Es el signo de un corazón tibio. En cambio, un corazón desprendido de los bienes, que ama libremente al Señor, difunde siempre la alegría, esa alegría tan necesaria hoy. El santo Papa Pablo VI escribió: «Es precisamente en medio de sus dificultades cuando nuestros contemporáneos tienen necesidad de conocer la alegría, de escuchar su canto» (Exhort. ap. Gaudete in Domino, 9). Jesús nos invita hoy a regresar a las fuentes de la alegría, que son el encuentro con él, la valiente decisión de arriesgarnos a seguirlo, el placer de dejar algo para abrazar su camino. Los santos han recorrido este camino.

Pablo VI lo hizo, siguiendo el ejemplo del apóstol del que tomó su nombre. Al igual que él, gastó su vida por el Evangelio de Cristo, atravesando nuevas fronteras y convirtiéndose en su testigo con el anuncio y el diálogo, profeta de una Iglesia extrovertida que mira a los lejanos y cuida de los pobres. Pablo VI, aun en medio de dificultades e incomprensiones, testimonió de una manera apasionada la belleza y la alegría de seguir totalmente a Jesús. También hoy nos exhorta, junto con el Concilio del que fue sabio timonel, a vivir nuestra vocación común: la vocación universal a la santidad. No a medias, sino a la santidad. Es hermoso que junto a él y a los demás santos y santas de hoy, se encuentre Monseñor Romero, quien dejó la seguridad del mundo, incluso su propia incolumidad, para entregar su vida según el Evangelio, cercano a los pobres y a su gente, con el corazón magnetizado por Jesús y sus hermanos. Lo mismo puede decirse de Francisco Spinelli, de Vicente Romano, de María Catalina Kasper, de Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús y también nuestro joven abruzzese-napolitano, Nunzio Sulprizio: el santo joven, valiente, humilde que supo encontrar a Jesús en el sufrimiento, en el silencio y en el ofrecimiento de sí mismo. Todos estos santos, en diferentes contextos, han traducido con la vida la Palabra de hoy, sin tibieza, sin cálculos, con el ardor de arriesgar y de dejar. Que el Señor nos ayude a imitar su ejemplo.

Etiquetado como: 2018, Pablo VI, Papa Francisco Publicado en: Formación cristiana, Hoja Parroquial, Portada

Barra lateral principal

Búsqueda en nuestra web

Contacta con nosotros, síguenos en redes sociales o suscríbete

  • Correo electrónico
  • Facebook
  • Flickr
  • Instagram
  • Twitter
  • YouTube

Solicita hacerte hermano

Otras noticias

El próximo día 10 Santa Misa por nuestro hermano Antonio Miranzo García.

Rezo de las Cinco Llagas del mes de Diciembre.

El próximo día 23 Santa Misa por nuestra hermana Elisa Colmena Segura.

Búsqueda por temas

2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 2021 2022 Archicofradía Año Jubilar de la Misericordia Besapié cartel Catedral Catedral de Cuenca Catequesis Cinco Llagas Coronavirus Corpus Christi Cuaresma Cultos Cultos Cuaresmales Cátedra Gonzalez Francés El Papa exposición fallecimiento Formación Litúrgica fotografía Función Funeral Hermandad Hermano Mayor Jueves Santo Junta General Liturgia Misa de Difuntos Navidad Obispo Yanguas Papa Francisco parroquia Pintura Torneo Futbol video
emblema

LAUS DEO
ANNO DOMINI NOSTRI IESU CHRISTI
MMXXII

Vers. 3.2 - © 2023- Muy Antigua, Ilustre y Venerable Hermandad Sacramental y Cofradía Penitencial de Nuestro Padre Jesús con la Caña - Está prohibida la copia, reproducción, republicación, total o parcial, de la web o cualquiera de sus contenidos o tratamiento informático sin autorizacíon previa por parte de su autor - Aviso Legal - Imagen de portada Mikel Rubio, fotografías de Sara Ayllón Patiño y Diego Castillejo © 2023 · Acceder

Esta web usa cookies
Esta web usa cookies para mejorar tu experiencia de usuario. Asumimos que esto te parece correcto y lo quieres aceptar rechazar Puedes ampliar información en este enlace
Política de Cookies

Privacy Overview

This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Necessary
Siempre activado
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Non-necessary
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.
GUARDAR Y ACEPTAR