Cuando el archiconocido por todos hermano Mikel Rubio me dijo que tenía que hacer un escrito o carta de despedida como Hermano Mayor no pensé que sería tan difícil… está claro que esto de escribir no pasa de generación en generación… supongo que el día de hoy tampoco ayuda: sábado 19 de marzo, un lluvioso día del padre y vísperas de comienzo de una Semana Santa 2016 que sin duda será distinta, diferente y sobretodo muy especial.
Diría que ha sido un orgullo para mi ejercer este año junto, con mi hermano Paco y hermana Marta, de Hermanos Mayores de la es la hermandad de nuestros corazones, y sí, suena a topicazo barato y al típico discurso que todo hermano mayor y de cualquier hermandad hace (sería el equivalente a “estoy en el equipo de mis sueños”, de las ruedas de prensa de todos los jugadores cuando fichan por algún equipo…), así que intentaré explicarme:
Afortunadamente, desciendo de dos familias cuyo apego por la Semana Santa de Cuenca es por todos conocido, los Lucas por parte de padre, y los Torrecilla por parte de mi madre, con lo que podéis imaginar lo que se respira semana santa en mi casa. Y si, pertenezco a muchas hermandades que cuentan con mi devoción, afecto y cariño (aprovecho para saludar a los hermanos Martínez Ortega, Hermanos Mayores del Señor del miércoles, Ecce Homo de San Miguel, del que tuve la suerte de ser bancero el año pasado), pero La Caña es especial, tiene algo que no sabría expresar, hay momentos que solo vivo en esta hermandad, sentimientos que solo afloran junto al Señor con su manto, cetro de caña y corona de espinas, algo que la hace única…(probablemente muchos ya estéis asintiendo con la cabeza al leer esto).
Porque somos una hermandad todo el año, y no solo durante la semana de pasión, y gracias a las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías estamos continuamente conectados, hablando de mejoras en la imagen, el desfile, expresando inquietudes, colaborando… en ese sentido creo que somos muy activos y me gusta que la semana santa no acabe el Domingo de Resurrección hasta el año siguiente. Durante todo el año hacemos hermandad.
Como este verano, donde ganamos el Torneo de Hermandades aun cuando había equipos técnicamente muy superiores a nosotros, pero jugando como un equipo, unidos todos y dando lo mejor de nosotros nos hicimos con la victoria y además poniendo la nota de color con la mejor animación de todas las hermandades que lo disputamos. Si, ahí también fuimos los mejores. Donamos todo el premio a la parroquia y además recogimos kilos y kilos de alimentos para los necesitados cosa que vale mucho más que cualquier trofeo.
O cuando quedamos en navidad para cenar, porque nos apetecía volver a juntarnos y pasar un buen rato, porque además de hermanos cofrades somos amigos…¡¡y si hay que ir a Sevilla…se va!!
Por no hablar del grupo de jóvenes, que siempre andan por ahí liándola parda…vosotros sí que sois la caña!!
Porque además, creo que la “calidad” de sus integrantes para mi es de las más altas de todas las hermandades de la Semana Santa de Cuenca. Y como ejemplo os diré que tomamos los Lucas el testigo como Hermanos Mayores de los Castillo y se lo cedemos a los Cordente, casi nada… Pero no quiero personalizar porque si me pongo a decir nombres no terminaría hoy… porque todos colaboramos, en la medida de nuestras posibilidades, pero siempre hay algunos, los llamaré “Priostía” si me lo permitís, que se merecerían una mención aparte.
Porque estamos unidos en los buenos momentos, pero en los malos también, como por desgracia he podido comprobar, y de verdad que reconforta.
Y no somos muchos, y además muy humildes, pero nos estamos convirtiendo en un referente en los actos que organizamos, como ejemplo el besapié cuya belleza y solemnidad han impresionado a todos los niveles, recibiendo numerosos elogios de muchísimas hermandades y particulares.
¿Y qué puedo decir de nuestra cena de hermandad del Lunes Santo? porque es cena de hermandad y no cena de banceros como hacen otras. Como os decía, he estado en muchas cenas de otras hermandades, igual que muchos de vosotros…y ¿son lo mismo que las de La Caña? No contestéis, no hace falta. Es otro ambiente, es distinto, es lo que intento explicar y no puedo…
Es HERMANDAD, así, con mayúsculas.
Todos esos pequeños detalles, esos momentos, son lo que nos diferencian y nos hacen distintos, nos hacen grandes. Desde que comienzas a vestirte el jueves santo con la túnica de paño granate, cinturón de cuero marrón y capuz de terciopelo…espectacular. Camino de San Antón parada obligatoria en ese viejo portal donde Antonio Moreno ya está esperando con su resolí artesano cual Panoramix con su poción mágica, que os aseguro da un plus de fuerza para afrontar la dura tarde que espera.
Después,a tallarnos para los banzos en las escuelas, organizarnos, o desorganizarnos según se mire, con el capataz Julián, que se entrega a la causa como nadie… Tras esto llega el momento de entrar a la iglesia y mirarte de frente, quieto, inmóvil, en silencio, mudo… un momento mágico. Supiste darle al maestro Coullaut Valera la inspiración para tallarte una imagen que roza la perfección, impresionante.
Y lo que viene después, es otra de esas cosas que cuesta tanto describir con palabras…
Este año volveré a ser uno de los privilegiados que tenga el honor de portarte sobre mi hombro y será duro, sé que me vas a pesar el doble, (“se clava, no imaginas lo que se clava” me advertías papá cuando no era más que un niño que llevaba una cruz de madera) porque además es probable que la emoción se apodere de mí y haga gran parte del recorrido con lágrimas en los ojos, una carga que también pesa lo suyo…
Y aunque no estés este año en ese balcón junto a la Diputación, se que estarás viendo a tu Paso de la Caña desde el cielo, con la abuela Enriqueta y el abuelo Paco… te imagino en debate, por no decir discusión, con D. Amadeo y San Pedro (que supongo que chocareis por carácter) pero orgulloso de volver a ver ese lento desfilar de la que era la gran pasión de tu Semana Santa…
…yo también miraré al cielo…
Por cierto, te has ido el año que tus tres hijos éramos Hermanos Mayores de La Caña, el año que nace tu nieta y el año que das el pregón de las Ferias y Fiestas de Cuenca, es curioso, ya me contarás cuando nos volvamos a ver, pero me huelo que es otra de tus cosas…
El año que viene te prometo que saldré con tu nieta Paula en brazos.
Bueno, ya me despido, solo pretendía poner unas pocas líneas y si me descuido esto ya empieza a tener extensión de pregón… cosa que ni pretendo ni además tengo la mínima capacidad, ni categoría suficiente. Como habréis podido comprobar lo de escribir no pasa de generación en generación.
No sé si aquí se puede decir un VIVA la Muy Antigua, Ilustre y Venerable Hermandad de Nuestro Padre Jesús con La Caña…pero si os puedo decir que podéis estar orgullosos, mucho, de pertenecer a ella. Yo lo estoy.
Un fuerte abrazo hermanos. Nos vemos el jueves santo…si Dios quiere.
Fernando Lucas García
Hermano Mayor 2015