D. Mariano Ortega, sacerdote auxiliar de nuestra parroquia, nos ha pedido que recordemos esta breve reflexión de San Juan Pablo II sobre el Santo Rosario.
El Santo Rosario.
Tomado de la Carta Apostólica ROSARIUM VIRGINIS MARIAE del Sumo Pontífice Juan Pablo II del 16 de Octubre de 2002.
Misterios de Gozo:
El primer ciclo, el de los «misterios gozosos», se caracteriza efectivamente por el gozo que produce el acontecimiento de la encarnación. Esto es evidente desde la anunciación, cuando el saludo de Gabriel a la Virgen de Nazaret se une a la invitación a la alegría mesiánica: «Alégrate, María». A este anuncio apunta toda la historia de la salvación… que ha inspirado este misterio. (Rezado los Lunes, Sábados y opcional los Domingos durante Adviento y Navidad).
Misterios de Luz:
Pasando de la infancia y de la vida de Nazaret a la vida pública de Jesús, la contemplación nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial «misterios de luz». En realidad, todo el misterio de Cristo es luz. Él es «la luz del mundo» (Jn 8, 12). Pero esta dimensión se manifiesta sobre todo en los años de la vida pública, cuando anuncia el evangelio del Reino. (Rezado los Jueves).
Misterios de Dolor:
Los Evangelios dan gran relieve a los misterios del dolor de Cristo. La piedad cristiana, especialmente en la Cuaresma, con la práctica del Via Crucis, se ha detenido siempre sobre cada uno de los momentos de la Pasión, intuyendo que ellos son el culmen de la revelación del amor y la fuente de nuestra salvación. (Rezado los Martes y Viernes, y opcional los Domingos durante Cuaresma).
Misterios de Gloria:
«La contemplación del rostro de Cristo no puede reducirse a su imagen de crucificado. ¡Él es el Resucitado!».[29] El Rosario ha expresado siempre esta convicción de fe, invitando al creyente a superar la oscuridad de la Pasión para fijarse en la gloria de Cristo en su Resurrección y en su Ascensión… La Virgen María será también elevada a la misma gloria en la Asunción. Rezado los Miercoles y Domingos durante la Semana Santa y días ordinarios).