A partir del día 8 de Diciembre, y hasta el 20 de Noviembre de 2016, se desarrolla en el mundo entero el Año Jubilar de la Misericordia, decretado por el Papa Francisco el pasado 13 de Marzo en la Basílica de San Pedro.
La Bula que lo convoca, publicada el 15 de Abril, establece que el siguiente domingo a la apertura de este Año Santo Extraordinario, se abrirá la Puerta Santa en Roma, así como en cada una de las Catedrales.
Con el logo que os mostramos arriba y el lema “Misericordiosos como el Padre” será un año lleno de encuentros y actividades, que podes consultar en el siguiente calendario. En la carta escrita con este motivo, el Papa Francisco explicó las formas en las que los fieles podrán obtener la indulgencia durante este Jubileo, ya sea en Roma o en cualquier lugar del mundo. Para obtener la indulgencia se debe cumplir primeramente con las condiciones habituales: confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Santo Padre.
-Los fieles “están llamados a realizar una breve peregrinación hacia la Puerta Santa, abierta en cada catedral o en las iglesias establecidas por el obispo diocesano y en las cuatro basílicas papales en Roma, como signo del deseo profundo de auténtica conversión”.
-“Igualmente dispongo que se pueda ganar la indulgencia en los santuarios donde se abra la Puerta de la Misericordia y en las iglesias que tradicionalmente se identifican como Jubilares. Es importante que este momento esté unido, ante todo, al Sacramento de la Reconciliación y a la celebración de la Santa Eucaristía con un reflexión sobre la misericordia”.
El Papa precisa que “será necesario acompañar estas celebraciones con la profesión de fe y con la oración por mí y por las intenciones que llevo en el corazón para el bien de la Iglesia y de todo el mundo”.
-El Papa Francisco señala también que cada vez que un fiel realice personalmente una o más las obras de misericordia corporales y espirituales “obtendrá ciertamente la indulgencia jubilar”.
“De aquí el compromiso a vivir de la misericordia para obtener la gracia del perdón completo y total por el poder del amor del Padre que no excluye a nadie. Será, por lo tanto, una indulgencia jubilar plena, fruto del acontecimiento mismo que se celebra y se vive con fe, esperanza y caridad”, resalta el Papa.
-Sobre los enfermos y las personas ancianas que no pueden salir de casa, el Pontífice afirma que para ellos “será de gran ayuda vivir la enfermedad y el sufrimiento como experiencia de cercanía al Señor que en el misterio de su pasión, muerte y resurrección indica la vía maestra para dar sentido al dolor y a la soledad”.
“Vivir con fe y gozosa esperanza este momento de prueba, recibiendo la comunión o participando en la Santa Misa y en la oración comunitaria, también a través de los diversos medios de comunicación, será para ellos el modo de obtener la indulgencia jubilar”.
En la Diócesis de Cuenca, el próximo domingo 13 de Diciembre, tercer domingo de Adviento, será cuando se abra oficialmente el Año Jubilar de la Misericordia. En Cuenca capital, a las 5 de la tarde, se iniciará la Procesión de Apertura con el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo, Monseñor D. José María Yanguas Sanz, acompañado del resto de Sacerdotes, que desde el Convento de las Justinianas (las Petras) se dirigirá hasta la Puerta Santa, la puerta de la S.I.Catedral Basílica, llamada la puerta del Perdón, y que será abierta desde su interior.
Nuestra Parroquia, con la Virgen de la Luz, patrona de Cuenca y el Stmo. Cristo de las Misericordias, titular de nuestra Archicofradía, tiene el honor de ser Sede y Puerta Santa de este Jubileo. Además, en nuestra Diócesis, las Sedes del Año Jubilar serán: la S.I. Catedral y la Ermita de la Virgen de las Angustias en Cuenca capital; el Santuario de Ntra. Sra. de la Antigua de Manjavacas, en Mota del Cuervo; el Monasterio de Ntra. Sra. de Tejeda, en Garaballa; la Ermita de Ntra. Sra. de la Consolación, en Iniesta; la Ermita de Ntra. Sra. de Rus, en San Clemente; la ermita de Ntra. Sra. de la Misericordia, en Puebla de Almenara; la Ermita de Ntra. Sra. de Riansares, en Tarancón; y el convento de San Miguel de las Victorias, en Priego.
Y que mejor que acabar con los deseos del Papa Francisco para este año:
En este Año Jubilar la Iglesia se convierta en el eco de la Palabra de Dios que resuena fuerte y decidida como palabra y gesto de perdón, de soporte, de ayuda, de amor. Nunca se canse de ofrecer misericordia y sea siempre paciente en el confortar y perdonar. La Iglesia se haga voz de cada hombre y mujer y repita con confianza y sin descanso: « Acuérdate, Señor, de tu misericordia y de tu amor; que son eternos » (Sal 25,6).