Tras dos fumatas negras, ayer, poco después de las siete de la tarde el humo blanco saliendo de la chimenea vaticana llenaba de júbilo la plaza de San Pedro y todo el mundo católico.
Poco después sonaban y se repetían como un eco las palabras que el Cardenal francés Jean-Louis Tauran, en calidad de cardenal protodiácono, presentaba al mundo al sucesor de Benedicto XVI:
«Annuntio vobis gaudium magnum, habemus Papam: Eminentissimum ac Reverendissimum Dominum, Dominum Georgium Marium Sanctae Romanae Ecclesiae Cardinalem Bergoglio qui sibi nomen imposuit Franciscum”.
¡¡Habemus Papam!!
Las campanas pontificias redoblaron alegres, volteaban locas de fervor, mientras la guardia suiza ocupaba la parte de la plaza bajo el balcón en el que pronto aparecería la figura por la que darían la vida para defenderlo.
Los purpurados, reunidos en Cónclave en la maravillosa Capilla Sixtina, habían elegido al primer Papa hispanoamericano de la historia: Jorge Mario Bergoglio, jesuita, argentino, ingeniero químico, 76 años, y que tomará el nombre de Francesco, o Francisco como le llamaremos en su lengua materna.
«Parece que mis hermanos Cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo…, pero aquí estamos» comentaba un hombre más dado al trabajo evangelizador y a la cercanía de la gente de la calle que a las grandes ceremonias. En su Diocesis es común verlo en el metro o visitando a recolectores callejeros de residuos reciclables.
En Argentina vivía solo, con la máxima frugalidad, en un pequeño apartamento al lado de la Catedral de Buenos Aires, se acuesta y levanta muy temprano y siempre ha preferido vestir la sotana negra de sacerdote en vez de la púrpura de cardenal y esta mañana, antes de su primera visita, a la Capilla española de Santa María la Mayor, pagó la cuenta de la residencia donde se alojó antes del Cónclave.
Sus primeras palabras fueron rezar por su antecesor, Benedicto XVI, y pedir una oración a los cristianos para que Nuestro Señor le ayude en la ardua tarea que le espera. Después, la Bendición Papal llegaba a cada rincón de la cristiandad.
Desde nuestra Vble. Hermandad rezamos y pedimos por el Papa Francisco, para que Dios le ayude y lo ilumine en la tarea de dirigir a los católicos y acercarlos más al Padre.
Habemus Papam, si, y reza en español.
Bendiciones Santo Padre.