Sábado 4 de Marzo. Solemne y Devoto Besapié, y Ceremonia de Imposición de Medallas.
El día, que se preveía largo, se despertaba frio pero sin lluvia, era un buen comienzo. El Señor ya vestía, desde la noche, su Clámide decimonónica. Imponente, regio, ninguna clámide como esa. Una joya del bordado que hacía pensar que te encontrabas ante una imagen barroca del s.XVII. Durante todo el día fueron continuas las peticiones para que se le vistiera en más ocasiones con esa clámide. Sin duda esto solo ha sifdo el principio de una recuperación, queda mucho trabajo por delante.
Tras ultimar los detalles de inicio, pronto empezó a llegar gente. Entre los madrugadores estuvo D. Benjamín Prieto, Presidente de la Excma. Diputación Provincial, que pasó a primera hora a besar el pie del Señor, antes de salir de viaje. Desde aquí agradecerle su visita y su detalle para con la Hermandad.
Unos minutos después CLM Televisón llegaba para, un año más, realizar un reportaje para las Noticias del medio día. A media mañana teníamos otra visita especial, la Escuela Nazarena. Un buen grupo de niños llenaba la iglesia, y eran recibidos por D. Ángel y nuestros hermanos allí presentes. Tras pasar por el Besapié del Señor, se les regaló una pulsera de la hermandad que no tardaron en ponerse con cara de ilusión.
La continua afluencia de gente, y sobre todo, el tiempo que pasaban rezando y meditando bajo la dulce mirada del Señor, dejaba claro que se había hecho un buen trabajo.
Apenas dio tiempo de comer un bocado pues quedaba montar el segundo Altar de Cultos, para la Función Principal y la Misa de Difuntos. Aquello llevó más tiempo de lo deseado, nunca sabes cuando te va a fallar una máquina o un tornillo, pero en la reapertura de la tarde ya estaba casi colocado del todo, y poco después recibíamos la visita de José Vicente Ávila, pregonero de la Semana Santa 2017.
A media tarde los bancos frente al Señor estaban repletos de gente, un sin fin de oraciones y multitud de comentarios «es su hornacina no se le ven esos ojos», «dan ganas de quedarse toda la tarde mirándolo», «infunde paz»,…
Tras el Rosario y la Eucaristía de la tarde, la actividad volvió a ser frenética. Había que preparar en pocos minutos la Ceremonia de Imposición de Medallas.
Sin duda, fue uno de los momentos más emotivos del fin de semana y que más felices pueden hacer a aquellos que lo preparan. La afluencia de hermanos superó las expectativas de un acto así.
La luz de más de ochenta velas rodeaba al Señor, todos llevaban su pequeño cirio para arropar el momento.
Tenemos la suerte de que siempre nos acompañan buenos amigos de otras hermandades, los que nunca faltan para echar una mano. Carlos, Candi, Pedro, Armando y José Miguel entre otros. Gracias por todo.
El acto fue sencillo, lectura del Evangelio de San Juan, Protestación Pública de fe, y Bendición e Imposición de las medallas. D. Ángel nos recordaba que dichas medallas no son un adorno superfluo, sino el signo visible de un compromiso ante el Señor, de la fe en la intercesión de Nuestro Padre Jesús con la Caña ante el Padre Eterno.
Las primeras, como no podía ser de otra forma, para las Hermanas Mayores, Eva Cordente Colmena y Elisa Colmena Segura. Tras ellas, tres personas que han dedicado buena parte de su vida a trabajar para la Hermandad: Teófilo Gimenez Chafé, número 1 en nuestra lista de hermanos, exsecretario y que además cumplía 86 años ese mismo día; Aurelio Martinez Perez, nuestro queridísimo tesorero; y Pilar Martinez Ballesteros, con 45 años ya de camarera. Después casi sesenta medallas impuestas, dificil expresar la alegria de todos los que organizaron el acto viendo la formidable respuesta de la Hermandad.
Un Padrenuestro por los hermanos difuntos daba fin al acto, al que siguieron innumerables abrazos y sonrisas orgullosas por la aceptación del compromiso con el Señor.
Tras el acto, el equipo de trabajo volvía a reunirse para llevar al Señor al Altar de Cultos montado junto al Altar Mayor de la iglesia. Bajo el lema Rex Regum (Rey de Reyes) descansaba ya a la espera de la Función Principal del domingo.
Domingo 5 de Marzo. Solemne Función Religiosa.
el Segundo Teniente de Alcalde José Ángel Gómez y la presidenta de la Archicofradía, Sara Robles, tuvieron la gentileza de acompañarnos en nuestra Función Principal, que se inició con una Procesión de entrada, abierta con el Guión de la Hermandad y que llevaba a hermanos mayores, directiva, autoridades y consiliario hasta el altar.
Nuestra Hermana Mayor, Eva Cordente, leia una breve monición de entrada:
Rex Regum, Rey de Reyes.
Venimos a ti, Señor, felices de servirte, felices de honrarte, felices de venerarte. Un año más, y van más de 500, acudimos, hijos tuyos, a tu llamada, a refugiarnos en la misericordia de tu mirada, en la humildad de tus ojos, en la calidez de tus manos.
Acogenos, Señor, entre tus brazos y no permitas, nunca, que nos alejemos de ti.
El magnifico acompañamiento musical de la Capilla de Música del Salvador daba mayor solemnidad a la celebración de la Eucaristía, en una iglesia llena. Nuestro consiliario nos hacía reflexionar en su homilía sobre cómo vemos a nuestros hermanos, sobre cómo somos hermandad y familia, familia cristiana dentro de la familia que es el seno de la Iglesia.
Nuestra camarera, Pilar Martinez y nuestro representante en la Junta de cofradías, su hijo Antonio Miranzo, hacían las ofrendas, una de las clámides del Señor y una de sus cañas de bambú. Toda la Hermandad era ofrendada en al acto al Señor.
Tras una comunión llena de hermanos portando su medalla, la celebración de la Eucaristía terminaba con el tradicional Miserere, que fue interpretado en una iglesia a oscuras, con solo dos puntos de luz, el altar mayor con los símbolos de la pasión, la corona de espinas, el cíngulo y la caña, y como no, el Señor, tras sus cirios, portando majestuoso una clámide que han visto muchas generaciones de hermanos.
Maravillosa mañana de convivencia, que acabó con el tradicional «gasto» junto a la parroquia, un rato para compartir una charla y celebrar que un año más nos reunimos par honrar al Señor.
El lunes, la tradicional Misa de Difuntos, daba fin a unos días que han tenido una respuesta maravillosa por parte de los hermanos y devotos, que han llenado todos y cada uno de los actos.
Queremos dar las gracias, desde aquí, a todas las personas que han hecho posibles los que son, probablemente, unos de los mejores Cultos que realiza una hermandad de nuestra ciudad; a la Excma Diputación Provincial, al Ayuntamiento y a la Archicofradía por acompañarnos, y lo más importante, a tantos hermanos y devotos que, con su fe, hacen que todo esto merezca la pena.