El pasado día 26 de Septiembre, día en que se conmemora la Dedicación de la S.I.Catedral a Santa María realizada en 1183, tuvimos ocasión de colaborar en la Procesión Claustral y asistir a la posterior Función Religiosa dedicada a Ntra. Sra. la Virgen del Sagrario, la antigua Virgen de las Batallas. A continuación os dejamos la reseña histórica con que el Muy Iltre. Canónigo de la Catedral y Director de la misma, D. Miguel Ángel Albares nos obsequió. La historia de la que fue la primera advocación mariana de la ciudad.
Gracias de nuevo Miguel Ángel por permitirnos traer aquí tus palabras.
Cuando emprendió el Rey Alfonso VIII la conquista de Cuenca, traía consigo, como tenía de costumbre, el blasón de sus victorias y una imagen de Ntra. Sra. que hoy se venera con el sobrenombre de Virgen del Sagrario.
La talla tenía una altura de casi tres cuartas y estaba cubierta de chapería de plata; su disposición era sedente (sentada en una silla) y en las espaldas de la misma silla había dos hebillas, que prendían unos catones labrados. Estas eran las principales armas que traía en el arzón aquel religioso Rey, no queriendo encomendarlas a otro tercero que las llevase, ni reparando en el embarco e incomodidad, ni en retardar el movimiento del caballo en el que iba, porque tenía librada en Ia Virgen toda su esperanza.
Con esta imagen entró triunfante en la ciudad de Cuenca y lo primero que hizo fue colocarla en el sitio que hoy ocupa la Santa Iglesia Catedral. Levantando un altar para que recibiese de todos, sin dilación, la debida reverencia y culto. Encomendándole la protección y conservación de la Ciudad, pues por su patrocinio había alcanzado la posesión de ella, siendo proclamada Patrona dela Ciudad. Hoy Patrona de la Catedral.
La capilla donde se venera hoy en dia la imagen, se fundo en 1629, y el arquitecto fue Fray Alberto de la Madre de Dios, diseñando una capilla de cruz latina con cúpula con lucernario en el crucero, y de estilo herreriano. Los mármoles que la adornan son de la Serranía de Cuenca y las pinturas al fresco de la bóveda (hoy casi inexistentes) son del conquense Andres de Vargas (1613-1674).
Con relación a la imagen de la Virgen de las Batallas, para que pudiera ser venerada en el altar de la capilla se toma la determinación de transformarla. La talla es cortada por la mitad, creandose un armazon para vestirla. A Geronimo Saiz, maestro de obras, se encarga de hacerle los brazos, tanto de la Virgen como del Nino Jesús. A Juan de Villanueva se le encargó pintar el rostro de la Virgen y encarnar la cara del Nino. Andres Diaz, como sastre, se encargó de los vestidos con telas de oro de diversos colores, como en Cuenca no las había viajo a Madrid a por ellas. Juliana Zaragoza, camisera, le hizo tres camisas con bordados en las mangas al Nino y de dos vueltas de bordado para la Virgen. De la talla original solo queda el rostro y parte del tronco, pero sin embargo conserva todavia abundantes detalles reveladores, tanto de su antiguedad como de su primitiva riqueza ornamental. El pecho lo tiene revestido, en su mayor parte, de un peto de plata, perfectamente adaptado hasta el cuello y que continua en parte por la cabeza, adornado con dos grecas o cenefas repujadas, una a cada lado, decorado con un emparrado con frutos. Tal es el estado actual de la imagen de Ntra. Sra. del Sagrario, cuyo camarín fue enriquecido en el año de 1691 por el Obispo Alonso Antonio de San Martin, con un trono de plata que mando construir a su coste (hoy inexistente). Por el elevado coste de la capilla no se vio terminada hasta el año 1655, gracias a las donaciones del Obispo Pacheco que puso 1000 ducados de oro, y otros 1000 ducados de vellón que fueron donados por el Señor Moscoso, Obispo de Segovia.
El 29 de septiembre de 1655, en la festividad de Miguel, se inauguró la Capilla de la Virgen del Sagrario, con grandes fiestas populares, seis noches de luminarias y hogueras por toda la ciudad adornaron el acontecimiento, una novena solemne y una procesión de la imagen acompañada de gigantes y cabezudos. Al termino de la procesión la imagen fue colocada sobre el trono principal de su Capilla. Ante su imagen se colocaron dos hachones obligandose los senores Canonicos y Dignidades a ser los unicos que podian celebrar Misa en ella, costumbre hoy desaparecida. Para terminar esta historia de la Virgen las Batallas transformada en la Virgen de Sagrario, decir que el 26 de junio de 1966 y con ocasion de las Bodas de Oro sacerdotales del Obispo Don Inocencio Rodriguez Diez, se procedió a la Coronación Canónica de la Virgen de Sagrario efectuada por el Nuncio de S.S. en España Mons. Riveri, con asistencia de los Arzobispos de Sión y Madrid-Alcalá, Mons. Muñoyerro y Mons. Morcillo, respectivamente, y el Obispo Auxiliar de Toledo, Mons. Granados.
La corona que le fue impuesta era la realizada por el orfebre conquense, Francisco Becerril, en el ano 1543 y regalada por el Canonigo Eustaquio Munoz, segun documentacion existente en las Actas Capitulares.Este acto tuvo lugar en la Plaza Mayor, demostrando el pueblo de Cuenca su gran respeto, gratitud y veneracion por la Imagen desde siempre, acudiendo confiados de quien siempre se vieron favorecidos.
Miguel Ángel Albares, Canónigo y Director de la S.I. Catedral Basílica de Sta. María la Mayor y San Julián de Cuenca.